Hablar estimulando:
1. Crea una frase especial y repetirla regularmente o elige un nombre cariñoso para tu hijo/a. Un nombre que le guste, que no le avergüence y utilízalo solo en casa.
2. Recuerda las cosas positivas que hace. El elogio es importante. Intenta decirle algo amable y alentador cada día. Agradece las actitudes positivas que hace, por ejemplo, ayudar a un compañero/a o recoger sus platos al terminar de comer, etc.
3. Cuando haga algo positivo cuéntaselo a alguien de manera que lo pueda oír: “fíjate (hablando con la vecina, con la abuela, con el tío) hoy ha recogido todos los juguetes”.
4. Ayuda a tu hijo/a a que sea optimista, a tener una capacidad positiva de pensar. Cuando empiece a leer escríbele carteles que pongan “estoy aprendiendo a leer”, “ voy a aprender muchas cosas”, etc.
5. Si tu hijo/a llega a casa antes que tú, puedes grabar un mensaje telefónico cariñoso para darle la bienvenida o dejarle alguna nota o simplemente una sonrisa J.
6. Asegurarle tu cariño y afecto incondicional, independientemente de sus logros y comportamiento: necesita sentirse seguro/a y querido/a por sí mismo.
7. Juega con él/ella y ríe con sus bromas. Brinda por tus hijos. Puede ser un brindis sencillo o complicado dependerá de cómo sea tu hijo, del momento, de la gente que esté en ese momento en casa, etc. “brindo por la mejor pintora de la casa” “brindo por el mejor lavaplatos que existe en Madrid y alrededores”. Son importantes los aplausos y las aclamaciones.
8. Celebra el primer día de colegio y el último. El último es especialmente importante porque termina una etapa (un curso) y se aproxima a uno nuevo.
9. Es importante que aprendas a valorar sus puntos de vista, que le escuches (procura no interrumpirle), que mantengas contacto visual directo y que le ayudes a expresar sus opiniones. Los niños tienen muchas cosas que decir.
10. Explicar los motivos del por qué no se debe hacer una determinada cosa o actividad es una clave importante. No diciendo: “¡Porque lo digo yo!”; aunque por otra parte, debe entender que existen reglas no negociables que los niños deben cumplir sin preguntar.
11. Dale la oportunidad de que se enfrente a los conflictos y ponga en juego sus habilidades para resolverlos autónomamente; lo cual no significa que le abandones sino que le observes desde la distancia apoyándole/enseñándole en el momento oportuno dependiendo de la “gravedad” de la situación. Trata de que reconstruya el hecho de la forma más objetiva posible. Ayúdale a que también vea el otro punto de vista (el compañero, el profesor, su hermana, etc.)
12. Es importante que los niños desde pequeños empiecen a empatizar con la gente que les rodea. Los propios sentimientos y los de los demás se pueden trabajar cuando esté viendo la TV o leyendo un cuento. Por ejemplo, si una niña se ha perdido en un bosque preguntar cómo cree que debe sentirse o cómo se deben sentir los padres. Han de aprender a analizar los sentimientos propios y de los demás.
13. Ve la televisión con tu hijo/a y comenta los programas. Dentro del mundo de la TV es interesante el mundo de la publicidad y sus estrategias persuasivas. Haz una crítica constructiva sobre el valor de la publicidad. Es recomendable que aprenda a controlar impulsos consumistas y a ser crítico y analítico con la información que recibe.
14. Cuando le cuentes un cuento cambia el nombre del protagonista por el de tu hijo/a para que se sienta centro de atención. Si el cuento es conocido puede que le guste, pero si es menos conocido o inventado le encantará.
15. Todos (o casi todos) muestran miedo a hablar en público. Anima a tu hijo/a a que empiece a hablar en grupos de familiares, amigos ..., la confianza que adquiera hablando en público potenciará su autoestima y favorecerá el desarrollo temprano de estrategias sociales.
16. Agradece que te enseñe algo nuevo: “nunca se me hubiera ocurrido hacer utilizar las bolsas de plástico para hacer una cometa” ha sido una buena idea”; estos comentarios potenciarán su autoestima.
